TECNOLOGÍA Y ACCESIBILIDAD.

 

 La primera vez que traté el tema de la accesibilidad de los ciegos con respecto a las nuevas tecnologías, fue en esta misma tribuna con motivo de la irrupción en el mercado de los teléfonos inteligentes. Estaba yo muy lejos de sospechar la impresionante evolución de estos aparatos de tercera generación, hoy ya de cuarta, y muy próximamente de quinta.

 ¿Cuál era el problema para su manejo por personas ciegas?

 Justamente el de su accesibilidad. Al existir teclado virtual, no palpable, era en principio difícil poder escribir mensajes o marcar un número de teléfono para comunicarse con otra persona. No obstante, hay ciegos extraordinariamente bien dotados, que calculaban muy bien el deambular por el teclado virtual y de alguna forma, paliaban las dificultades que suponía el que el teclado no fuera accesible.

 No había forma humana de poder saber si lo estabas haciendo bien o mal, porque no había suficientes elementos que permitieran una información fiable; pero pronto se subsanaron estas deficiencias, porque tanto Apple como Samsung,

Esta última con un mayor retraso respecto a la primera, instalaron síntesis de voz en sus aparatos. Ello, supuso un evidente avance y un gran alivio en el colectivo de ciegos, porque permitió a estas personas un uso casi masivo de sus teléfonos. Las demás firmas, ya fabricaban sus aparatos con síntesis de voz.

 Simultáneamente, los fabricantes de ordenadores, computadoras, Modificaban sus sistemas operativos creando otras dificultades de accesibilidad. Los narradores que no son otra cosa que pobres sintetizadores de voz, no satisfacen en absoluto la accesibilidad de los usuarios. Estas voces sintéticas, vienen de fábrica y no son usadas prácticamente por nadie. Las síntesis de voz que usamos, se fabrican por casas o firmas que nada tienen que ver con Microsoft o Apple.

 Estos sintetizadores de voz o lectores de pantalla, Han supuesto una auténtica revolución en la accesibilidad de los ciegos al mundo de la información y del conocimiento.

 Hay que reconocer, que sigue habiendo carencias, que esperamos corregir. Por ejemplo: Los lectores de pantalla leen, pero no describen imágenes. Los lectores de pantalla de los teléfonos inteligentes, sí que realizan esta función. Cuando envían un whatsapp, con un emoticón, sí que te explica la imagen o el muñequito. Me refiero a los teléfonos que han salido al mercado últimamente.

 En cuanto a los lectores de pantalla de las computadoras u ordenadores, Tienen entre otros un defecto de singular importancia: No leen bien los números romanos, la letra ce con y griega suena como ki, la letra qu con la ua suena como ka, y así, podríamos seguir. Y el problema es, que en las sucesivas versiones o actualizaciones, estas deficiencias no se corrigen, a pesar de que las hemos puesto en conocimiento de la persona o personas encargadas de las versiones en español. Esto, no solo sucede con el lector de pantalla jaws, sino también con el lector de pantalla NVDA.

 La segunda vez que traté el tema de la accesibilidad en estas mismas páginas, fui mucho más genérico, porque me referí a los problemas que nos plantea a los ciegos, la automatización en los lugares públicos, como, aeropuertos, estaciones ferroviarias, centros de las administraciones públicas o cajeros automáticos de la banca, sin olvidar las enormes barreras administrativas de la sanidad pública. Este trabajo yo lo titulaba, ACCESIBILIDAD INACCESIBLE. Una compañera y buenísima amiga mía, me lo criticó, diciendo que en la exposición había muchas aristas, pero no me concretó.

 El título de este segundo trabajo que comento, ACCESIBILIDAD INACCESIBLE, se debe a que entendía yo, y sigo entendiendo, que esta inaccesibilidad que existe en todos estos lugares que ya he apuntado, desde mi punto de vista, sería muy fácil de resolver, y su coste sería perfectamente asequible. Las síntesis de voz, ya están inventadas. ¿Por qué no se implantan en estos sitios?

 Y pasando a otro aspecto siempre de este tema, pregunto: ¿Es el cine accesible a los ciegos? Quizás yo, he debido hacer un distingo importante y necesario al inicio de este trabajo. El concepto de ceguera, es muy amplio. Las distintas instituciones de ciegos y para ciegos, incluso la propia Organización Mundial de la Salud, consideran ciego médicamente hablando, a personas que según una escala establecida, cumplen unas determinadas condiciones de visión. Dentro de esas condiciones de visión, obviamente estamos los que tenemos visión cero; es decir, los que el vulgo llama ciegos totales. Cuando yo hablo de accesibilidad, incluyo a los ciegos genéricamente y médicamente hablando, y obviamente, a los ciegos totales, que por fortuna cada vez hay menos. Y retomando el tema y más concretamente en lo que se refiere al cine, tendremos que convenir que es inaccesible para los llamados ciegos totales. El cine es luz, color, paisajes, acción, dinamismo, música que acompaña y complementa o integra la escena, las secuencias, y por último, el sonido, integrado por el diálogo y los efectos sonoros propiamente dichos. El cine es totalmente inaccesible como arte para los ciegos. El argumento de la película, sin verlo, no tiene ningún interés. El cine audiodescrito, ha sido y sigue siendo un intento y un esfuerzo de la ONCE como institución de ciegos, que como esfuerzo e intento, vale y ha valido la pena; pero seamos realistas: El cine, no está al alcance de los ciegos totales ni de aquellas personas que tienen una visión muy baja o muy débil.

 Quiero concluir diciendo que, desde que por primera vez yo traté el tema de la accesibilidad a las nuevas tecnologías, hasta hoy, han transcurrido cinco años escasos, y el progreso y el beneficio para nosotros los ciegos ha sido espectacular. Creo que se puede hacer y se hará, muchísimo más. Esto no va a ser gratis. Todos nos tenemos que esforzar y reivindicar nuestra condición de ciudadanos de primera, porque no estamos exentos de impuestos ni de ninguna de las obligaciones que como ciudadanos tenemos. Pensad, que la sociedad no es mayoritariamente ciega, y somos nosotros los que tenemos que concienciarla para que atienda nuestras peticiones como miembros que tienen una deficiencia que les incapacita para integrarse en su seno, en igualdad de condiciones. Queremos y podemos ser socialmente útiles, pero adaptando aquella parte de la tecnología, aquella que se pueda adaptar, que es inaccesible. Tengamos en cuenta, que la accesibilidad total, la accesibilidad íntegra, está en una buena parte condicionada por nuestra propia discapacidad. Cuando escuchamos un partido de fútbol, estamos sujetos y sometidos a las impresiones y a la subjetividad del locutor o del periodista que nos lo cuenta.

 Seamos serios y conscientes de lo que realmente podemos hacer, de hasta donde podemos llegar y eso sí, exijamos nuestros derechos como ciudadanos de acuerdo con las circunstancias de cada cual.

 

La sociedad somos todos, y la solidaridad, no es ni tiene

nada que ver con la caridad.

 

 Madrid marzo de 2017

 

Autor: Hilario Alonso Sáez-Bravo. Madrid, España.

hilario-conchi@hotmail.com

 

 

 

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