De retorno a mi lugar de origen. Carta a mi querido Perú.

 

Querido Perú:

Hoy, 27 de Octubre del 2023, a 6 días de haber retornado de un viaje por Europa, el cual ha durado dos semanas, amanecí con ganas de escribirte una nueva carta, y plasmar el cómo me siento, al estar aquí nuevamente contigo.

Déjame decirte que este viaje me ha servido para conocer, además de lugares maravillosos, el cómo en algunas ciudades, por ejemplo Madrid, se preocupan por la inclusión de personas con mi misma discapacidad, ya que las calles están señalizadas, los semáforos tienen sonido. Además, en Francia, cuando llegué hasta lo más alto del anfiteatro del Coliseo Romano, tuve la oportunidad de que me alcanzaran un folleto, el cual contenía maquetas en relieve y el texto en Sistema Braille con la explicación de todo lo que se veía en dichas maquetas; la historia del coliseo Romano, etc. Créeme que me gustaría mucho que en tus museos y monumentos, los cuales son maravillosos, también podamos contar con ésa accesibilidad, para conocer lo que tú nos tienes que ofrecer. Lamentablemente, debo decir que nuestras Autoridades y los medios de comunicación no se preocupan por nuestra inclusión, ni por mejorar las condiciones de vida, ya que el tema discapacidad no vende. Déjame decirte que no me estoy quejando. Solo deseo que algún día, puedas ser un país más inclusivo y accesible; que no se esté diciendo que hay que migrar a buscar la inclusión que aquí no hay.

Déjame decirte que a pesar de todo lo expuesto, yo igual te quiero muchísimo, reitero lo dicho en mis anteriores cartas: a pesar de los avances tecnológicos que pueda haber en otros países, yo no te cambiaría por nada del mundo, y si el Cielo de Dios me lo permite, quiero seguir viviendo contigo hasta el último día de mi vida.

No sabes la emoción que sentí cuando el avión de regreso de Madrid con retorno a Lima despegó: mi corazón se llenó de alegría al saber que dentro de algunas horas, cruzaría tus cielos nuevamente, pisaría tu suelo, que volvería a mi casa, me reincorporaría a mi trabajo, me reuniría con mis amigos, degustaría la deliciosa comida que nos ofreces, que, si bien pude disfrutar de cosas muy ricas, pero no hay como tu gastronomía, que es la mejor del mundo.

Por otro lado, déjame decirte que le pido al Cielo de Dios que así como me permitió viajar a conocer otros lugares del mundo, me permita, algún día, visitar algunas de las maravillas que tienes para ofrecernos, como Huaraz, con su imponente nevado, el Huascarn, Machu Picchu en el Cuzco, etc. La verdad es que el tiempo no me alcanzaría para enumerar todas las maravillas que tienes, que no tienen nada que envidiar a las de otras tierras.

Para terminar y no cansarte, déjame decirte que sigo teniendo fe en que poco a poco se van a ir solucionando los problemas que tenemos y estoy segura de que pronto seremos nuevamente el orgullo de todo el mundo, con un crecimiento económico envidiable en la Región, etc.

Que en el mes del Señor de los Milagros, el Cielo de Dios te siga bendiciendo, querido Perú.

 

Autora: Johanna Gilda Ugarelli Reinafarje. Lima. Perú.

johanna.ugarelli@rimac.com.pe

 

 

 

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